jueves, 25 de abril de 2013

¿Qué es leer?

No podemos ignorar que a los 6 años, cuando los niños empiezan la enseñanza primaria, unos ya saben leer y otros no. Al acabar esta etapa escolar, todavía hay niños con bastante retraso en el aprendizaje de la lectura, y lo que es peor, con un fuerte rechazo y desmotivación hacia esa práctica. Y es que, tal vez, «a los 6 años ya es demasiado tarde» (Cohen, 1989) para compensar las desigualdades del momento inicial. La alternativa para favorecer esa igualdad podría ser la llamada Enseñanza precoz, que además favorece el desarrollo intelectual, lingüístico, escolar y social.
Doman considera la lectura como: «una de las más altas funciones del cerebro humano, cuyo aprendizaje favorece el desarrollo intelectual del niño».
Delimitar lo que se entiende por leer es un aspecto que influirá en cierta medida a la hora de juzgar si el niño pequeño, según el criterio establecido, está leyendo o no. Defino saber leer como reconocer una palabra o una frase. ya sea de forma global o segmentando sus componentes, relacionarla con su significado para lo que se necesita no sólo tener la palabra en nuestro vocabulario, sino también buscar o comprender la conexión con los demás componentes de la oración, y extraer, por último, el mensaje para integrarlo en nuestros conocimientos previos.
Aplicando la teoría de Saussure sobre el lenguaje (Aceña, 96-97), quien lo define como «un sistema que funciona como un todo», formado por múltiples piezas que, sistemáticamente, se combinan y encajan en ese todo, podemos decir que todos los sistemas lingüisticos comprenden dos niveles:
-— Nivel fonológico o alfabético: está constituido por fonemas con los que el hablante va a jugar hasta formar la estructura deseada. Este nivel por si solo no tiene sentido.
-— Nivel gramatical o Jogográfico: son las piezas anteriores ya combinadas e integradas en un todo, con sentido. Son los morfemas, palabras y oraciones, aplicando unas reglas de integración.
Estos dos niveles no se pueden separar. Se necesitan el uno al otro para dominar el lenguaje. No hay funcionalidad de un nivel sin funcionalidad del otro.
En opinión de IJta Frith (Aceña, 96-97), el niño que lee, está jugando con estos dos niveles. En primer lugar, se procede a una descodificación del mensaje escrito a partir del nivel gramatical (lectura global), seguido del nivel fonológico segmentando y analizando esas piezas que el escritor ha seleccionado y codificado. Cada una de estas unidades tiene una función, Este nivel alfabético o fonológico, puede ponerse en juego si el lector escribe lo que ha leído. Y por último, sería adecuado que volviese a leer lo escrito por él. Se combina así la lectura y la escritura con lo que conseguiría un aprendizaje más completo y motivante. Sin embargo, el lector, generalmente, no es consciente de este juego de niveles y sólo pretende llegar al significado.
En base a esta concepción de lectura y escritura, no considero leer al hecho de descifrar signos gráficos o leer las palabras de forma fraccionada porque se está rompiendo con la estructura del lenguaje y su significado. Nuestra lengua funciona como un todo y no por unidades lingüísticas separadas.
Una pieza de la lengua aislada como al o ta no sirve para nada. «Las partes sirven para construir un todo (Aceña, 96-97)
                                                

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